Seguramente has escuchado hablar muchas cosas de la fibra a lo largo de tu vida, pero es tanta la información, que a veces no sabes en qué creer y en qué no, ¿cierto? Nosotros sabemos eso, por ello quisimos hacer un breve resumen de las 5 cosas que siempre quisiste saber de este nutriente. ¡Descubrámoslo juntos!

Existen dos tipos: La fibra soluble e insoluble

La fibra es un tipo de carbohidrato que se puede encontrar en las plantas, y que aparte de ser deliciosa, es un importante nutriente que tiene beneficios para la salud, dividiéndose en dos tipos: Soluble, que incrementa la sensación de saciedad, y la Insoluble, que ayuda al sistema digestivo en su constante regulación. La primera la puedes encontrar en chícharos, frijoles, nueces y frutas, la segunda en granos enteros y los vegetales.

Los granos enteros son fuente de fibra

Los granos enteros son la fuente natural de fibra por excelencia, ya que en comparación con los carbohidratos refinados, como el pan blanco, los granos enteros retienen la capa exterior rica en fibra del núcleo, conocida como salvado. Para identificarlos, busca estos ingredientes en las etiquetas de los productos: trigo entero, trigo duro rojo de invierno, cebada, triticale, avena, centeno, arroz integral, trigo sarraceno, mijo y burgol.

La fibra tiene un gran efecto en el desayuno

Recuerda que durante la noche, el metabolismo funciona más lento y no se activa de inmediato al despertar por la mañana, sino hasta que tomas el primer alimento del día, por eso es importante consumir fibra cuando estás en ayunas, ya que permite que tu organismo se active de forma natural, además de ayudarte a sentir más energía y menos irritable durante el día.

Las leguminosas son ricas en fibra

Si bien es cierto que la fibra puede encontrarse en ciertos productos comerciales, también lo es que puedes encontrarla en alimentos naturales; como los frijoles, chícharos y lentejas, las cuales son leguminosas que puedes incluir en tus ensaladas, purés o comidas diarias.

El agua es la mejor amiga de la fibra

Al consumir fibra, ésta conduce agua a tus intestinos, por eso es necesario que te hidrates lo necesario cuando aumentes tu ingesta de este carbohidrato, ya que al no hacerlo, puede que ésta no tenga efecto en el alivio de tu estreñimiento. Para ello, lo recomendable es beber suficiente agua, siendo la medida perfecta la que te indique tu propio cuerpo.